Solo una llamarada...o será algo más?
Comentábamos con un amigo caminando por las calles de Bruselas, unas dos semanas antes de la primera movilización masiva en Guatemala, que era tan difícil en nuestro país de origen de tener esperanzas de cambio, de ver algún día un verdadero movimiento social...Mi amigo estaba muy escéptico de la posibilidad de que algún día las masas se despertaran de la letargia en la cual están desde hace tantas décadas. Recuerdo haberle contestado que yo no estaba tan segura de ello…que dependía de las circunstancias pero que pensaba que sí se pudiera dar algún día...
Unas semanas después, leemos en los medios de comunicación social tales Facebook,Twitter y demás, del primer levantamiento popular y social en nuestro país para denunciar el caso de la corrupción conocido ahora como La Linea. Una clamor social poco antes visto en nuestro país y dependiendo del medio de comunicación, se hablaba de 5,000 a 40,000 personas…”Aunque hubieran sido 2,000”, me dije en mi misma (lo cual claramente no era el caso viendo las fotos posteadas por todos lados de la plaza central negra de multitud), “esto ya sería un despertar social casi inesperado e inpensable”! Podiamos ver por por internet las fotos y videos posteados, miles de personas exigiendo la destitución de la Vice Presidenta Baldetti y denunciando la corrupción que históricamente ha carcomido la institucionalidad del Estado guatemalteco. El primer temor fue que esta movilización solo fuera una llamarada. Luego, la segunda movilización, la denuncia de otros escándalos de corrupción y fraude; la marcha campesina e indígena, las movilizaciones decentralizadas, las demandas de la ciudadanía cada vez más claras y más estratégicas...Era claro que esto no era algo pasajero.
Aquí en Bélgica, poco transcendió de estas noticias en los medios de comunicación oficiales del país, así que a comunicarnos con l@s amig@s y compañer@s en Guatemala para obtener más información y ver cuál era el análisis que ell@s tenían de estos acontecimientos…Y sí, ese gran sentimiento de impotencia de no poder participar, de no estar allá manifestando también en la plaza central, arborando carteles que denuncian el sistema putrefacto que mantiene el país en jaque desde hace tanto tiempo.
La primera pregunta que me viene al espíritu a ver estos acontecimientos y haciendo la conexión y comparación con lo que se denominó ‘la primavera de los países árabes’ fue: le habrá llegado ‘su primavera’ a mi país natal? Esa clase media, con acceso a los medios de comunicación e información, va a poder impulsar un proceso más amplio para obtener cambios estructurales? Y luego vienen las preguntas complementarias necesarias de hacerse: no será cooptado este movimiento en algún momento antes de poder verdaderamente tomar vuelo y llegar a sus objetivos ? Pero sobre todo: quienes van a poder agrupar, cohesionar y liderar este proceso iniciado desde abajo y sin que nadie se lo esperara?
Y surge el temor: le va a suceder a Guatemala lo que le ha pasado a la mayoría de estos paises árabes donde ya no se habla de ninguna primavera, dejemos de algún verano...?
“Ni de izquierdas ni de derechas: somos los de abajo y vamos a por los de arriba!!”
Leí en algun artículo, blog o tweet que algunos carteles habían retomado este lema del movimiento de los indignados españoles durante las manifestaciones en Guatemala. Habrá claridad en Guatemala que estamos en una lucha de clases ( y desde luego no solo en Guatemala sino a nivel mundial creo yo), donde a final de cuentas no existe una clase media amplia ni una sociedad distributiva y por ende, existe solo unos cuantos ricos (económicamente hablando) que detienen casi todos los poderes y del otro lado están la mayoría de pobres? Tampoco contamos con un sistema sano de partidos políticos, sino más bien con un sistema de redes mafiosas y clientelistas que ven el Estado de Guatemala como una piñata. Algunos hablan del ‘Estado fallido’. La pregunta y duda que me surge es: Cómo impulsar cambios sociales y estructurales desde abajo en este marco de poca o nula institucionalidad?
Asistí a un foro hace unos cuantos días donde estaba como invitado y expositor el activista Indú Rajagopal quien creó el movimiento Ekta Parashad, que traducido libremente quiere decir algo cómo ‘Foro de la unidad’ (http://www.ektaparishad.com para quienes saber más) el cual es un movimiento social que une a los más pobres en la India con una apuesta de transformación social y económica desde abajo. En este foro, donde estaban invitados otros exponentes entre los cuales un euro diputado del partido de los verdes, surgió justamente el debate de cómo los procesos impulsados desde abajo, desde los movimientos sociales, en algún momento deben coincidir y/o ser retomados por las estructuras del poder estatal e institucional para ser traducidas en políticas públicas y nuevos marcos jurídicos o, como en el caso por ejemplo de las elecciones españolas del pasado fin de semana donde el movimiento social amplio, que incluye al moviento M15 entre otros, se transforma en el partido político Podemos y logran obtener la alcaldia de Barcelona y ser el segundo partido del país.
En el caso de Guatemala hay como un vacío en ambos casos : ni partidos políticos y/o liderazgos que puedan traducir y/o incorporar las demandas ciudadanas en las instituciones estatales y convertirlas en políticas publicas. La ciudadania lo ha comprendido y clama la reestucturación del Estado Guatemalteco a través de una constituyente, el cambiar radicalmente el sistema de los partidos políticos, el parar el proceso electoral ya que este no llevara a cambios reales…Pero esto no se hará por milagro. Algún liderazgo va a tener que surgir que pueda cohesionar y unificar la clamor de las distintas capas de la ciudadanía en forma incluyente, democrática y transaparente. Ardúa misión esa.
La batalla de David contra Goliat
Mientras, las estructuras mafiosas y poderosas de Guatemala ya han puesto en marcha sus estrategias para no dejar el poder y seguir su busines de siempre. Están sintiendo desde luego me imagino un resquebrajamiento en la manta de impunidad que los ha cubierto desde hace decenias y decenias y esto los ha hecho despertar y cerrar codos. Se inicia una verdadera batalla de los pequeños, los de abajo, los pobres en contra de los grandes, los de arriba, los poderosos. Es la batalla de David contra Goliat.
Para el 30 de mayo, se está convocando a una nueva manifestación masiva y está el llamado para realizar la segunda asamblea social y popular por parte de varias plataformas sociales. Al unificarse y cohesionarse todos esos pequeños Davids, que sean mestizos o indígenas, mujeres u hombres, jóvenes y menos jòvenes, del campo o de la ciudad, se va formando un gigante que tiene como nombre Pueblo y a ese, sí que le tienen que temer los poderosos. Esperemos entonces que el pueblo de Guatemala logre encontrar el liderazgo necesario para unificarlo e iniciar el camino hacia el nacimiento de una verdadera primavera. Ya no el cuento exótico de la Guatemala país de la eterna primavera. Ese cuento ya nadie en Guatemala se lo cree. Pero si el de la Guatemala que podrá ver florecer una nueva institucionalidad basada en un Estado incluyente con justicia social para tod@s.