Lo querramos o no, casi ha llegado el día. Una fecha que causa mucha expectativa y quizás temor, pero que sin duda pasará a formar parte de los acontecimientos que desde hace meses vienen haciendo historia en Guatemala.
Para el día de hoy, se esperaría que la mayoría de guatemaltecos que ejercerán su voto, hayan analizado las propuestas y los planes de gobierno de cada uno de los candidatos y sus hojas de vida. Si no lo ha hecho, aun hay tiempo. Hágalo a conciencia, tómese unas horas, que al final no son nada y valen mucho la pena si no quiere otros 4 años de zozobra. Creo que lo peor no es solo un período más de gobernantes incompetentes y sinvergüenzas, sino el saber que quizás su voto sin reflexión, legitimará al pelele que se llamará Presidente.
Claro, yo hablo desde una posición cómoda, como lo pensarán algunos, porque de cualquier forma no puedo votar, por no estar en Guatemala. Créanme que al contrario, es la posición más difícil de aceptar para los que desde siempre nos ha preocupado la situación de nuestro país. Por lo anterior, me siento con el deber de insistir en el voto consciente e informado.
En los últimos días, he leído en las redes sociales comentarios como que si éste es mi candidato porque es “de a pie”, que si lo vieron desayunando en “McDonalds” sin “guaruras” o que a tal otro se le vio comiéndose un “shuco” muy campante. Que si éste o el otro estuvieron bien o mal en los debates, que éste no, porque le dio la mano al que me cae mal... Por favor, no nos dejemos llevar por nimiedades y que no nos engañen con apariencias. Son también tácticas. Recuerdo muy bien que en los primeros días del gobierno de OPM y Baldetti, se les vio en un “Burger King” (si no estoy mal, el de la zona 5) discutiendo quién sabe qué. Todo el mundo lo aplaudió y se pensó que era una muestra temprana de austeridad. No sabíamos que probablemente desde ya, se encontraban redefiniendo la estructura de defraudación aduanera y la forma de repartirse las millonadas.
Por otro lado, he de confesar que tuve que poner mucho esfuerzo para terminar de ver los debates presidenciales porque la verdad, no creo mucho en ellos. La mayoría de veces el que es mejor orador “gana” los mismos y no tanto lo que propone en realidad.
Por eso, en éstas elecciones, analice los planes de gobierno de los candidatos y sus hojas de vida, por allí se empieza. Pero, sobre todo, infórmese sobre: 1) quiénes son los financistas, 2) quiénes conforman sus equipos de trabajo; y, 3) qué señalamientos han tenido a lo largo de sus carreras políticas (memoria, en resumen).Y eso va también para los candidatos a diputados. Definitivamente, para que un candidato sea merecedor de su confianza y de su voto, debe usted estar conforme con los resultados que su investigación y análisis arroje sobre estos tres aspectos. De lo contrario, aunque tenga un plan de gobierno muy bien planchado y prometedor, no servirá de nada si el candidato no tiene la capacidad, el equipo y el compromiso de llevarlo a cabo.